En el transcurso de mi proceso evolutivo como ser humano he experimentado desde mi niñez casi todos los factores psicosociales, ambientales, metabólicos, digestivos y culturales que generan cambios en nuestro aspecto físico, es por eso que decidí ser NUTRICIONISTA, una carrera que relaciona la salud con una de las acciones más importantes para mantenerse vivo y pleno, La nutrición en diferentes etapas de la vida.  Siendo así un camino de aprendizaje y aceptación en el que los auto cuidados iniciados desde el amor hacia si misma conjugan no solo los cuidados en el aspecto físico o externo sino desde lo que pensamos o ingerimos.

 

Actualmente esta rama de la salud es muy amplia al existir mitos sobre la importancia o resultados que un alimento pueda lograr en mejorar la salud de un individuo generando así un desequilibrio en su estado de salud y nutricional, privándolo de gozar de todos los alimentos ofrecidos por la naturaleza. Para determinar un tratamiento nutricional es importante conocer mas allá de las costumbres o factores que han afectado el estado nutricional partiendo por su genero, edad, fisiología, fisiopatología, aspectos culturales, hábitos y estado psicológico y por qué no conocer sobre su aspecto energético. 

 

Me mostró algo decisivo el haber podido experimentar que nuestras emociones o energías son capaces de impedirnos sentirnos seguros de nosotros mismos aceptando nuestro aspecto físico sano, por tal razón, decidí fusionar lo alternativo y clínico entendiendo que no hay una disociación entre el cuerpo, la mente y el espíritu para lograrlo.